El Misterio del Triple Secuestro en Paracho, Michoacán

Aún es un misterio el paradero de los tres jóvenes; Ana Belém Sánchez Mayorga, Diego Antonio Maldonado y Luis Enrique Castañeda Nava, quienes fueron “levantados“ en Paracho la madrugada del 22 de Julio. El incidente calificado como “aislado“ por el alcalde de Paracho, Nicolas Zalapa, resultó ser un fuerte indicador de los múltiples problemas político-sociales sobre los que el gobierno estatal michoacano carece de control.
Las declaraciones, tanto del único testigo, como de los familiares de los tres desaparecidos, revelan puntos interesantes sobre el caso y el desarrollo de las investigaciones:
1- Los tres jóvenes fueron sacados del Hotel Santa Fe por un grupo armado cuya identidad nunca fue revelada.

2- El Hotel, por supuesto “mantenimiento“, cierra al día siguiente del secuestro y no da parte a las autoridades.
3- Los servicios periciales se realizaron hasta cuatro días después del incidente y, aún así, sí se encontraron pruebas de violencia; tallones en las paredes, un escalón roto, etc.
No es de asombrarse que la policía, habiendo llegado tarde, ahora se vea frente a un misterio insondable, pues no tienen más pistas que las declaraciones de los familiares y el aterrado recepcionista del hotel, quien se aferra a su versión de no haber visto nada.
La Procuraduría General de Justicia del Estado, a través de Plácido Torres, informa el 28 de Julio que los familiares de los tres jóvenes desaparecidos ya habían presentado la denuncia y que daba por iniciada la investigación correspondiente para dar con su paradero.
La noticia se extiende y cobra importancia a través de las redes sociales no sólo por ventilar los graves conflictos del bello estado de Michoacán, sino por la preocupación sobre la vida de los tres jóvenes activistas, quienes después de casi un mes, aún siguen en manos de sus captores.
El verdadero misterio en este caso, si leemos entrelineas, lleva a reflexionar:
1- El por qué gente inocente es instrumentalizáda para negociaciones de las que son totalmente ajenos.
2- Los repetidos intentos por relegar esta triple desaparición forzada a números estadísticos y por excluirla del terreno político.
3- El deslinde de responsabilidades políticas y de acción frente a la inevitable escalada de criminalidad y las obvias relaciones entre actores (en el sentido histriónico) políticos y organizaciones criminales.
4- La imposibilidad de hablar de la privación de la libertad sin evocar los problemas de trasfondo y sus causas. Resulta más fácil hablar de desapariciones en números estadísticos para neutralizarlo y deshumanizarlo. Por ejemplo: ¡Este año tenemos un incremento del 6.7 %!
Paralelamente, un periódico michoacano publicó este encabezado el 27 de julio: “Ser alcalde en Michoacán, actividad de alto riesgo”. Mientras que Nicolás Zalapa, alcalde de Paracho dice “El secuestro de estos jóvenes no refleja la realidad de Paracho, estamos viviendo tiempos de mucha tranquilidad”. Una cosa es segura, mientras no se liberen a Ana, Diego y Luis y no disminuyan las carencias en materia de seguridad pública en Paracho y otras regiones de Michoacán, seguiremos viendo el incremento de la ola de violencia y la caída del flujo turístico sin importar la calidad de la oferta cultural que representa el bello Estado de Michoacán. ¡Urgen verdaderos avances en seguridad pública y acciones contra el crimen, alcaldes perspicaces y el pronto regreso de Ana, Diego y Luis!

Publicado en el periódico UNO MÁS UNO el 1 de Septiembre/Pag 2

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